RAPHY LEAVITT, ‘SIEMPRE
ALEGRE’…
Esta semana el mundo salsero sufrió una sensible
pérdida, con el fallecimiento del pianista, arreglista, fundador y director de
una de las orquestas más importantes del género, La Selecta, con la cual llevó
un mensaje muy positivo siempre en sus canciones, destacó el humanismo en sus
letras e hizo alabanza al creador. Invitamos a nuestro amigo Jorge Eduardo
Santa Hoyos, músico, melómano, coleccionista y gran conocedor de la salsa, para
que compartiera unas líneas con nuestros lectores a cerca de la vida y obra del
maestro Raphy Leavitt.
LA PARTIDA
DEL “EL MÍSTICO”
Por: Jorge Eduardo Santa Hoyos
Especial para El Frente – Sabor a Coco, desde Bogotá
Raphy Leavitt nació el 17 de septiembre de 1948 en Tierra
Baja, muy cerca de San Juan en Puerto Rico, en un humilde hogar; desde niño
tuvo un gran sentido por la música popular, por eso desde muy temprana edad
tomó clases de acordeón y al poco tiempo formó el “Conjunto Musical Los
Señoriales”. En el año de 1966 fundó la Banda Latina, pero sólo tocaban éxitos
de las demás agrupaciones. Esto lo hizo ir en busca de nuevas propuestas para
abordar la salsa. Raphy quería aportar al género afroantillano una nueva
estructura sin necesidad de recurrir a la chabacanería. Es así como en el año
de 1971 trae a escena la propuesta de una orquesta integrada por jóvenes pero
talentosos músicos llamada “La Selecta”.
El primer trabajo que se realizó fue el bello bolero
montuno titulado “Payaso”, composición del propio Raphy, tema que lo encumbró llevándole
a ganar varios premios y a ubicarse entre las orquestas más apetecidas y
nombradas de la Isla. Entre la selección de temas de ese año se podían escuchar
en varias emisoras los temas “Payaso”, “Te Equivocaste” y “Lamento Rumbero”. En
el año de 1972, cuando la orquesta cumplió su primer año, decidió publicar su
segundo trabajo discográfico de LP (Larga Duración), titulado “Jíbaro Soy”, el
que se convirtió rápidamente en un nuevo gran éxito.
Aún sin terminar de grabar por completo este álbum,
el primer sencillo siguió en los primeros lugares de preferencia lo que le
llevó a realizar una gira por el Este de los Estados Unidos donde lamentablemente
la noche del 28 de octubre el autobús donde viajaba la banda sufrió un trágico
accidente en el que perdieron la vida Jesús Ruiz, su chofer, y Luis Maisonet, su
fiel colaborador, amigo y trompetista; además, varios de los integrantes de la
orquesta quedaron heridos, entre ellos el maestro Raphy Leavitt, quien sufrió
graves lesiones en su cadera, lo que le mantuvo hospitalizado y en estado de
coma por varios meses.
Cuando Raphy se recuperó de su estado comatoso, comentó
que en varias ocasiones pudo visualizar una cuna blanca en la cual estaba su
amigo y trompetistas Luisito Maisonet vestido de negro, quien le decía “ahora
si te voy a ayudar…”, pero Leavitt aún no sabía sobre la trágica pérdida de su
amigo. Cuando los músicos de la banda decidieron comentarle sobre lo acontecido
Raphy simplemente les contestó “…Ya lo sabía...”. Cuando la salud le permitió
regresar al trabajo, Raphy y La Selecta deciden grabar ‘La cuna blanca’,
canción escrita como tributo y homenaje a ese gran amigo y trompetista e
interpretada con gran dramatismo por Sammy Marrero, soneada extraordinariamente
con mucho sentimiento y optimismo a ritmo de Cha – Cha – Chá, tema que se
volvió popular en el ‘adiós’ de los entierros
de los puertorriqueños.
Por La Selecta han desfilado grandes voces, siendo el
más recordado Sammy Marrero, pero al igual ha contado con el talento vocal de
soneros como Tony Vega, Carlitos Ramírez y Osvaldo (Valdito) Díaz. Entre los
grandes éxitos más importantes de La Selecta se pueden contar innumerables
temas, sólo para citar algunos, “Soldado”, “Jíbaro Soy”, “La Cuna Blanca”, Café
Cola’o” “Te Equivocaste”, “Amor y Paz”, “El Buen Pastor”, “Quién Es Quién”, “A
La Sombra del Flamboyán”, “La Loca de La Garita”, “Perla Mala”, “Siempre
Alegres”, “La Villa de Los Condenados”, “Somos el Son”, “Calla Corazón”, “Noche
de Bodas”, entre otros.
Raphy Leavitt y La Selecta fueron pioneros en la
música religiosa grabada en ritmo de salsa, de ahí que en algunas ocasiones lo
llamaran “El Místico”. Una infección en la prótesis que llevaba en su cadera izquierda,
como consecuencia de aquel trágico accidente de 1972, le obligó a recluirse de
emergencia en una clínica de Miami, donde falleció el pasado 5 de agosto a los
67 años. Su sepelio se convirtió en otra obra musical, pues el multitudinario cariño
de la gente, sus seguidores, amigos y compañeros de orquesta, se vivió como
pocas veces en el famoso coliseo Roberto Clemente en San Juan de Puerto Rico,
donde fue velado su cuerpo.
“Somos el son de Borinquen… somos el son, mi hermano…
Con este son unimos a todos nuestros hermanos…” ¡LA SALSA VIVE… RAPHY LEAVITT
VIVE!
CAJA BIOGRÁFICA
Rafael Ángel Leavitt Rey: Raphy Leavitt.
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