La semana anterior se vivió en
Cali la décima versión del Festival
Mundial de la Salsa donde las escuelas y academias muestran sus avances, sus
coreografías y el trabajo que se hace en la capital vallecaucana, donde el
bailar salsa se ha convertido en un modo de vivir, el cual ha aportado
muchísimo en el rescate de la identidad de la ciudad y, lo que creo es lo más
importante, a sacar jóvenes de las garras de los flagelos de la calle.
Así mismo se cumplió una versión
más del festival de jazz llamado AJAZZGO, un certamen que congrega grandes
figuras del jazz y el latin jazz para
descargar y poner a disfrutar a los melómanos de una de las vertientes más
fuertes que tiene el folclor afrolatino, el que tiene en Colombia a una afición
muy marcada y consagrada.
El artista principal fue el
maestro Eddie Palmieri, quien se vino con ‘todos sus juguetes’ para estar a la
altura de la exigencia de un evento de gran importancia, pero además, de un
público que le conoce y al cual no podía defraudar. Palmieri estuvo con su
banda completa, donde destacan personalidades como el trombonista Jimmy Bosch,
el conguero ‘Pequeño’ Johnny, el extraordinario cantante y sonero Herman
Olivera, el tresista Nelson González, el timbalero Nicky Marrero, entre otros.

Los seguidores de “El molestoso”
se gozaron su presencia en el AJAZZGO con el sabor de su melodía pero con el
dolor de no volver a tenerlo más en escena, pues el maestro Palmieri anunció
que, debido a sus años, ya está en el octavo piso, las giras le cansan
demasiado y no las puede disfrutar como antes, por lo que tomó la decisión de
hacer la presentación de despedida para el pueblo vallecaucano. Y por estos
lados, ni lo vimos…
Se va Palmieri, vámonos pa’l
monte con él…
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