CALLE MAESTRA: SALSA DE HOY GRABADA COMO AYER


Me imagino que cuando a un músico le dicen hoy, año 2020, que se va a grabar un álbum de salsa, pero con los elementos de los años 70’s, con consola análoga y en cinta, se le debe poner la piel de gallina, como me pasa a mi escribiendo estas líneas. WOW!!!

Ese es el primer renglón de muchas piezas valiosas en el nuevo trabajo musical de José Aguirre y Calle Maestra, titulado “Back to the great sound”, logrando justamente una evocación de ese sonido característicos de las bandas neuyorkinas que hicieron las delicias de los bailadores en los años mozos del género.

Pero para lograr eso, el maestro Aguirre debía escoger cuidadosamente con quienes iba a realizar semejante proyecto, ambicioso, cargado de melodía, buen golpe y esencia musical, esa que aún mantiene a la salsa metida en la piel, el corazón y los pies de América Latina. El estudio escogido fue Afterhours Music, de Miami, uno de los pocos de este tipo que hoy existen en el mundo, fundado 1959.

Piano de cola, nada de conexiones, y al frente el jazzista caleño Víctor González; combinación de baby bass y bajo al estilo Sal Cuevas, encargados a Sergio Múnera y Luis Alfredo Sandoval, dos talentos colombianos fuera de serie. El “postre” de la armonía lo logró Aguirre con una imponente sesión de cuerdas, la cual contó con una característica especial, conformada por jóvenes músicos y dirigida por su hijo, Juan José… orgullo familiar.

El brass muy “setentero”, a lo Cheo Feliciano, con una trompeta, la de José, y dos trombones, el paisa Edward Montoya (el ‘mechudo’ del Grupo Niche) y el neuyorkino Frank Cohen (de la banda de Willie Colón), logrando una cuerda que parece sencilla, pero que llena y suena gigante.

La percusión tiene un capítulo especial, verdaderos maestros en sus instrumentos, Sammy García en las congas, Carlitos Soto en el bongó, Diego Camacho en el timbal y Wilson Viveros en la batería: Puerto Rico, Nueva York y Colombia mezclados en un amarre maravilloso, logrando un sonido gordo, de barrio, pero con un aroma a Pacífico que invita a echar un pie.

Todo ese esfuerzo musical debía contar con una voz de kilates, de peso, de trayectoria y que le pusiera la fresa al pastel, y particularmente creo que José Aguirre acertó al llevar a Wichy Camacho a ponerse al frente del proyecto, una voz curtida en las mejores plazas acompañando a Cheo Feliciano, Isidro Infante, Ismael Miranda, Gilberto Santa Rosa, Víctor Manuelle, Grupo Niche, Guayacán, Descarga Boricua, Lalo Rodríguez, entre muchos otros, y a quienes liga una amistad entrañable de varios años.

El primer sencillo, publicado esta semana, es “A golpe de marea”, una canción donde “se dibuja con admiración la magia, la dulzura, el movimiento y sobre todo la gracia que tiene al caminar y al bailar de esta mujer. Es una analogía entre ella y el misticismo del mar”, según explica el propio Aguirre. Son diez temas, entre ellos un instrumental, los que seguramente harán de este trabajo uno de los más exitosos del presente año.



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