La semana pasada nos sorprendió la noticia de la muerte en Cali de Frank Lebrón el menor de la familia y conguero de la agrupación que por más de 50 años conformó con sus hermanos, Pablo (ya fallecido), José, Ángel y Carlos, Los Hermanos Lebrón.
En un mensaje en las redes sociales, los hermanos publicaron: "El sonido de tus tambores hoy se va para cielo. Aquí, en nuestros corazones, quedan atesorados los recuerdos de todos estos años de amor por cada uno de nosotros, tus hermanos Lebrón, por tus amigos, por la música. Te amaremos por siempre, Frank".
Todos sus hermanos nacieron en Aguadilla, pero él lo hizo en Nueva York, tras la decisión de sus padres de emigrar a la Gran Manzana, donde desde muy chico, empezó a mostrar su inclinación musical, pero con el piano, el cual estudiaba con su tío.
La percusión le llegó de sopetón, pues el percusionista de la agrupación de sus hermanos mayores abandonó la banda. Frank fue impulsado por su propio tío a que tomara ese lugar y él lo hizo más por las ganas de estar en la banda que por gusto… Confesó que le dolieron las manos, aunque hasta su muerte, ese dolor causado por el cuero y los aros de tambor, le dolían de alegría y satisfacción.
Por fortuna para los melómanos santandereanos alcanzamos a disfrutar de su presencia y sabor en los cueros, el sábado 16 de agosto, cuando por pedido de nuestros amigos Néstor y Carlos Díaz, nos pusimos a la tarea de hacer un evento salsero, diferente, en Tenampa, su discoteca, organización de adelantamos junto a mis cómplices Mario Peñaloza, Ana María Valencia y Nelson Naranjo.
Era la primera vez que Los Hermanos Lebrón venían a Bucaramanga en sus 50 años de carrera musical, fue fantástico, los veteranos músicos, como siempre, finos, y los seguidores no solo disfrutaron con su música, sino, con su presencia, sus charlas y la oportunidad de compartir y conversar con ellos.
Frank, mamador de gallo, con un humor negro genial, siempre hablando en inglés entre ellos, pero igualmente dispuestos a contestar cualquier requerimiento de los periodistas o los aficionados a su música que llegaron a compartir con ellos, tanto en el hotel como en el escenario.
Paz en su tumba y grato recuerdo para Franky Lebrón…
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