Cheo
hizo parte de ese selecto grupo de cantantes a los que no se les podía definir
ni encasillar, pues igual improvisaban un guaguancó, que seguían una plena,
animaban una guaracha o bajaban para recrearse con un delicioso montuno, sin
tener grandes voces, pero siendo poseedores de lo más importante, sentimiento
para transmitir a la hora de pararse frente al público.
Y
generó muchas discusiones entre los conocedores, sobre, si es mejor tener buena
voz o ser buen cantante, porque está claro que para ser buen intérprete no se
necesita un chorro de voz, ni un ‘gran tubo’ garantiza éxito a la hora de la
cantada. Cheo era de esos, como Ismael, Héctor, Willie, ‘El Conde’, ‘Chuíto’,
Saulo, Marvin, etc… todos grandes cantantes sin contar con extraordinarias
voces.
Realmente
yo los prefiero así, aunque sean ñatos, como Héctor, Saulo, Chuito y Willie, o
roncos, como Marvin, Cheo e Isamel, pero que a la hora de poner en notas lo
escrito por el autor hagan erizar la piel, inviten a bailar o a pegarle a la
mesa, no importa que no lleve el ritmo. Así era Cheo, iba entre los géneros
como delfín en medio de las olas, se paseada por la pachanga con gran propiedad,
gozaba con el montuno, se deleitaba con el son, improvisaba y soneaba con una
facilidad envidiable y hacia enamorar con sus eternos boleros con su melodiosa
y cadenciosa voz, profunda, entre roncona y casi ‘aguardientosa’.
Por
fortuna nos quedó su música, deliciosa desde sus inicios y hasta sus últimas
grabaciones, versátil, auténtica, genuina y muy nuestra, muy latina.
CAJA BIOGRÁFICA
José Luis
Feliciano Vega – ‘Cheo Feliciano’:
Nació el 3
de julio del año 1937 en Ponce, Puerto Rico. Excepcional cantante que
pasó por agrupaciones como ‘El Sexteto de Joe Cuba’, la orquesta de Eddie
Palmieri, ‘Las Estrellas de Fania’, ‘La Combinación Perfecta’, los ‘Salsa
Gigants’ y su propia orquesta. Falleció el 17 de abril del año 2014 en San
Juan, Puerto Rico, en un accidente de auto.
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