El pasado 11 de marzo la Casa Editorial El Tiempo
publicó una excelente nota sobre lo que ha hecho Cristina, una de las hijas del
maestro Jairo Varela, con la consolidación de un proyecto maravilloso que se ha
consolidado como sitio obligado para los conocedores del género musical más
popular de américa latina y el más pegajoso del mundo, la salsa. Con el debido
crédito, quiero compartir con ustedes la nota escrita por Luis María Bolaños,
espero la disfruten como yo.
“Cali. Desde un cielo de
tambores se asoma porque algo ha llamado su atención. Curioso, va descendiendo
para seguir las melodías que salen de una imponente trompeta de luces, la
escultura Niche, realizada por Freddy Pantoja y ubicada en la plazoleta de la
Caleñidad, que también lleva su nombre: Jairo Varela.
En esa plazoleta musical
también se creó el Museo de la Salsa Jairo Varela, inaugurado el 9 de diciembre
de 2014, fecha en la que nació el maestro. “Un espacio para la memoria musical
salsera de la ciudad que alberga gran riqueza cultural”, como lo describe
Cristina Varela, hija del fundador de Niche y quien ha sacado adelante este
espacio.
Ella estudia ciencias
políticas y se pasea por el recinto que antes solo contaba con algunas
fotografías de su padre y el Grupo Niche, pero ahora ofrece un deleite visual
en sus paredes con el retrato de un maestro eufórico y delirante, acompañado de
letras de canciones como Mi Valle del Cauca y Cali Pachanguero, un diseño de
María Fernanda Maldonado. Los éxitos musicales también están plasmados en las
diferentes partituras exhibidas en cajitas de vidrio, que fueron recuperadas
por Cristina en el edificio Estudios Niche, ubicado sobre la calle quinta, en
el sur de la ciudad.
Entre los objetos
recuperados también se encuentran instrumentos musicales de Varela, como aquel
piano Yamaha CT 70 electroacústico que estuvo en la discoteca The
International, en Miami, y que después de pasar por las manos de Tony Cabarcas
y Miriam Caro llegó a Varela como un regalo de esta última. Además, los dedos
de artistas como Papo Lucca y otros también le dieron un importante valor
cultural. Una tambora del Chocó, un
güiro, las maracas que utilizó en la primera presentación de Niche en el
Madison Square Garden, un bajo y un violín en acrílico completan la lista de
los instrumentos que se exhiben en el museo.
Al fondo del recinto, una
máquina de grabación de audio, vestida de negro y gris, emociona a Cristina, al
recordar que su padre solía mostrarla a quienes lo visitaban en su estudio:
“Les decía que había comprado una maquinota”. También se recuperaron cintas de
audio y video, y una máquina de grabación. Sobre la maquinota de Varela,
también se encuentran algunos reconocimientos que recibieron el Grupo Niche y
el maestro, como medallas, discos de oro, placas, pergaminos y trofeos.
“Lo que hemos hecho es una
especie de recorrido cronológico de la vida de Jairo a través de las
fotografías; por ejemplo, su niñez en Quibdó. También se resalta la importancia
de su madre, la intelectual y poeta María Teresa, para entender la capacidad de
creación verbal que él tenía”, explica el escritor Umberto Valverde. Cristina
agrega: “Las fotos pertenecen al archivo del grupo Niche y al familiar, el cual
mi mamá conservó con algunas chaquetas y uniformes”.
“Esta primera fase la hemos
logrado con el apoyo de la Secretaría de Cultura y la idea es empezar a pensar
en un museo interactivo, que también tenga una plataforma digital”, adelanta
Cristina.
MEMORIAS
INMORTALES
La peluca y el traje de
Celia Cruz, donados por Omer Pardillo, director de la Fundación que lleva su
nombre, y se entregaron el 26 de diciembre de 2015 en el marco del Encuentro de
Melómanos y Coleccionistas de la Feria de Cali. En mayo, se espera la llegada
de las maracas artesanales que Carlos Manuel Díaz o ‘Caito’, de la Sonora
Matancera, le regaló al coleccionista Humberto Corredor. El 5 de abril vendrá
la visita de Mario Ortiz júnior, hijo del maestro Mario Ortiz, quien también
donará algo especial. Además, Álex León donó la partitura de su popular canción
‘Menéate’.”
Comentarios