Es un mito, una leyenda, una celebridad, un
referente, una estrella… llámenle como quieran, todos los calificativos son
acertados, pues cada uno de ellos describe lo que era Ismael Rivera, una de las
figuras más importantes y representativas del folclor afrocaribeño, quien se
ganó espacios únicos gracias a sus magistrales dotes para sonear.

Maelo nació y murió en el mismo sitio donde siempre
vivió, la calle Calma (que de ‘calma’ no tenía absolutamente nada), en una
especie de vereda llamada Loiza Aldea, jurisdicción de Santurce, en Puerto
Rico, en medio de pobreza y muchas necesidades, pero donde abundaba el talento,
las genialidades musicales y las melodías por donde quiera se pasaba. Algunos
historiadores de la salsa citan a San Mateo de Cangrejos como su barrio natal.
Sus inicios fueron, como casi todos, con los amigos
en el barrio y pegándole a los canecos de la casa; su siempre amigo Rafael Cortijo,
algo mayor que él, lo puso a cantar en su banda cuando apenas tenía 15 años y
ya se perfilaba como albañil tirando mezcla. Hicieron unos pinitos en una
agrupación llamada El Conjunto Monterrey, pero no como cantante, sino, con
Ismael como conguero y Rafael como bongocero. El mismo Cortijo se lo presentó
al maestro Lito Peña, director de la Orquesta Panamericana, con quien grabó en
1952 sus primeros trabajos, ‘La sazón de la abuela’, ‘Cha cha in blue’, ‘La
vieja camisa’ y el éxito ‘El charlatán’, número uno en la isla por ese año.
De ahí en adelante vino una trepidante carrera
musical que le llevó a grabar 17 trabajos con su ‘parner’ Rafael Cortijo, las
bombas, las plenas y las guarachas de este combo fueron rápidamente asimiladas
por los bailadores de la isla, llevando su sonido al resto del continente y
convirtiéndose en estrellas obligadas de los grandes salones de baile en la
‘gran manzana,’ Nueva York.
El sonido de Cortijo y su Combo se vio truncado
cuando, por esos excesos que el estrellato y la fama provocan, Rafael e Ismael
caen presos por llevar yerba en sus equipajes e instrumentos, lo que les llevó
a pagar cárcel y a ver cómo sus carreras
tomaban rumbos diferentes. Maelo estuvo preso casi cuatro años en el Fort Nox y
en Lexintong, Kentucky, USA, luego de lo cual vinieron éxitos como Las Tumbas,
que hace referencia precisamente a su tiempo de reclusión, La controversia, La
soledad, Mi negrita me espera, Dime por qué, Las ingratitudes, Mi negrita me
espera (con el cual cierran casi todos los sitios de salsa), entre muchos
otros.

En 1979, Maelo se convirtió en el artista mejor
pagado de Fania Récords, después de Celia Cruz, aunque su presencia en Fania
All Stars se limitó a una presentación donde compartió justamente con la
‘guarachera de Cuba’ el tema ‘Cúcula’ y también ‘El Nazareno’. Fania adquirió
todos los derechos de las grabaciones de Tico Alegre, por cuanto la discografía
de Él brujo de Borinquen’ hace parte de sus colecciones y compilados.
Ismael fue el hijo mayor del matrimonio entre
Margarita Rivera García y Luis Rivera
Esquilín; sus hermanos fueron Diego, Laura, Ivelisse y Tommy. De sus mujeres
(al parecer tuvo varias) Rosa Bonilla fue quien realmente le robó el corazón;
de sus hijos, cinco conocidos, Ismaelito Jr fue el único que siguió sus pasos
y, aunque sin el mismo éxito, mantiene vivo su recuerdo con un show donde
presenta temas famosos de “El sonero mayor”, bautizado así por otro grande,
Benny Moré, al reconocer en Maelo su facilidad y gran talento para hilar versos
al ritmo de la clave.
Temas como El Bombón de Elena, El charlatán, El Nazareno, Las ingratitudes, Cara de Payaso, Alegría y Bomba, Quítate de la vía
perico, El
Negro Bembón,
Sola vaya, Calypso, bomba y plena, Volare, A bailar mi bomba, Que te pasa a ti, Ramona, El satélite, Oriza, Aquí estoy, ya llegué, Lo último en la avenida, El cumbanchero, De colores, Controversia, Lo que trajo el barco, Por la maceta, Traigo de todo, Soy feliz, De todas maneras
rosas, Dormir contigo (Sale el sol),
Cúcala, Bilongo, Borinquen, Lejos de ti, Plena española
(Los barcos en la bahía), Dueña de mi inspiración, Mi jaragual, La
Perla, Borinqueneando bonito, Mi libertad eres tú
(bolero), El que no sufre no vive, La soledad, Entierro a la moda, Increíble, San
Miguel Arcángel, Que
te pasa a ti,
Mi música, Mi negrita me espera, Incomprendido, Las Tumbas, Son Sonero y Las Caras
Lindas, son sólo una muerta de su gran discografía. Este último, composición de
Tite Curet, es uno de los más bellos temas del folclor afrocaribe, grabado bajo
el sello Fania con el acompañamiento de Javier Vásquez en el piano, Bomberito
Zarzuela en la trompeta, Mario Hernández en el tres, entre otros excelentes
músicos, y en acompañamiento vocal en los coros de tres verdaderos mudos,
Héctor Lavoe, Rubén Blades y Adalberto Santiago.
La muerte le llegó a Maelo algo maltratado por los
achaques de una vida desordenada y casi alocada, catalizada por el fallecimiento
de su compadre Rafael Cortijo, luego de lo cual no pudo cantar como en sus
mejores épocas e, incluso, perdiendo la voz por un largo periodo de tiempo. El
13 de mayo de 1987 falleció en los brazos de la única mujer que realmente le
amó, su madre, Doña Margarita Rivera, quien además fue su fiel admiradora,
compositora de cabecera, crítica permanente y hasta alcahuete, como toooodas
las mamás… ecuajey!!!
CAJA BIOGRÁFICA
ISMAEL RIVERA: ‘MAELO’, ‘EL SONERO
MAYOR’
Nació en
Santurce, Puerto Rico, el 5 octubre del año 1931 y falleció allí mismo el 13 de
mayo de 1987. Uno de los mejores cantantes de salsa de todos los tiempos,
trabajó con Orquesta Panamericana de Lito Peña, Cortijo y su Combo, Kako y su Trabuco, la Fania
All Stars y su propia orquesta: Los Cachimbos. Maestro del soneo y bautizado por el propio Benny Moré
como “El sonero mayor”.
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